Parque Tayrona

Parque Tayrona Santa Marta

Familias enteras, con amplias sonrisas dibujadas en los rostros, empacan lo necesario para la aventura; extranjeros de las cuatro esquinas del mundo hacen todos los preparativos: nada puede dejarse al azar; ecologistas, biólogos, antropólogos, ornitólogos, arqueólogos, etc., vienen por decenas. Todos quieren ser parte de un suceso inolvidable. Y es que nadie quiere perderse de la magia que habita en uno de los parques naturales más extraordinarios de América.
Cualquiera podría pensar que la selva, los ríos, los montes nevados, el mar y la arena dorada de las playas compiten por ser el centro de atención, la verdad es que el Parque Natural Nacional Tayrona es un increíble mosaico de milagros naturales donde cada paisaje y cada capricho de la Madre Tierra hacen parte de un todo. Ahora, súmale a lo anterior la presencia de los descendientes de una etnia milenaria, los habitantes del parque ciertamente tienen mucho para enseñarnos.

Situado a 34 km de Santa Marta, este gran baluarte natural y cultural del mundo (la Unesco lo declaró en 1979 Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad) alberga en su corazón quizás uno de los ecosistemas más complejos del planeta, y ello en buena medida se debe a la transición de sus pisos térmicos. ¿Pero qué más cosas lo hacen tan complejo? Pues veamos: arrecifes de coral, manglares, praderas de pastos marinos, montes costeros, bosque tropical, bosque de niebla, ríos cristalinos que nacen justo donde se derriten las nieves de la sierra… ¿algún otro detalle se nos quedará en el tintero?

Tenemos más aún. En estas 15.000 hectáreas (3.000 de ellas son marinas) de extensión un océano verde ondula hacia cumbres nevadas; una costa de más de 80 kilómetros cambia a cada tramo en sinuosas líneas para conformar bahías, ensenadas, piedemontes que ascienden hasta el cielo y litorales rocosos conformados por piedras redondas y pulidas que ya parecen huevos de gigantescos seres vivientes, dinosaurios o dragones, lo que quiera la imaginación…, porque aquí, en este parque, bajo el auspicio de su belleza estamos es para soñar.

Aunque de eso tan prometedor no dan tanto, reza por ahí un viejo adagio, pero de verdad que la cosa va en serio. Por qué no echamos entonces un rápido vistazo a información más detallada y algunas de las muchas cosas que hay para hacer en el Parque Natural Nacional Tayrona.

Cómo llegar: llegar a este paraíso es cosa de niños. Solo basta con seguir hacia el norte por la Troncal Caribe, vía que indiscutiblemente es el referente para acceder a esta maravillosa aventura. Hay varias entradas y cada quien toma la que desea según lo que se dispone a hacer en el parque, por ejemplo, algunos querrán ir directo a las playas, otros preferirán los senderos ecológicos que conducen hacia las ruinas de los antiquísimos poblados taironas.

Qué hacer: resulta que uno puede mostrar algunos síntomas de ansiedad después de enterarse de lo mucho que hay para hacer en el Tayrona, entonces hay que mantener la calma e idear un programa que satisfaga nuestras necesidades… el tiempo vale oro y hay que darle un sabio aprovechamiento. Aunque si te sobra, pues bien, ¡lánzate por todas y cada una de las aventuras del parque que te presentamos a continuación!

En el mar: las aguas del Caribe son sencillamente hechizantes. Bajo sus delicadas tonalidades un mundo submarino, conformado por un muy variado grupo de corales (corales alce, lechuga, cerebro, negros, etc.), es habitado por cientos de gentiles criaturas: tortugas marinas, mantarrayas, peces de todos los colores y formas, erizos de mar, huidizas morenas, entre otros. Y todo muy cerca de esas aguas cálidas que mojan los caprichosos litorales del Parque Tayrona, donde no hay fuertes vientos ni corrientes traicioneras.

Con estas deliciosas condiciones se erige el buceo en una de esas actividades que no se pueden pasar por alto, más sobresaliente lo es si está a cargo de los mejores: curtidos hombres y mujeres de la población de Taganga que han hecho del mar su vida. El Cantil, Punta Granate, el Morrito Largo e Isla Aguja son algunos de los variados puntos para ponerse el equipo, las caretas y las aletas y registrar con los ojos y con las cámaras los más bellos parches coralinos colmados de increíble vida y belleza. Los demás spots de inmersión del parque los dejamos a tu descubrimiento.

Sol, mar y playa: «Y las playas, qué hay de las playas» te susurra por allí el duendecillo de la impaciencia. No te preocupes, que en este apartado del parque nadie quedará insatisfecho. La razón es muy simple: la colección de playas del Tayrona no tiene semejante alguno en otro lugar del Caribe. Es, para ser francos, un catálogo tan impresionante como imposible de nombrar y describir en estas breves líneas. En cualquier caso, encontrarás preciosas playas a tu medida, solitarias, casi vírgenes… Te nombramos algunas para que el corazón se vaya de un par de redobles: Playa Blanca, Bonito Gordo, Playa Cristal, Neguanje, Gaicara, las playas de Bahía Concha, etc.

Camping: en estas inmediaciones naturales tan idílicas, cualquiera quisiera acampar bajo el brillo de miles de estrellas que cuelgan de la bóveda nocturna. No obstante es bueno advertir que habrá ciertos lugares del Tayrona donde no se podrá hacer esto. En cualquier caso te tenemos dos imperdibles para el camping, Cañaveral y Arrecifes, sectores que por su infraestructura, oferta alimenticia y zonas de camping son punto de encuentro obligado, constituyéndose ambos en imperdible ocasión para que conozcas personas de todo el mundo y compartas tus impresiones de este fenomenal viaje.

 

Ubicación

Y cómo pasarlo por alto: si en estadía buscas una experiencia aún más memorable, te recomendamos fuertemente los Eco-habs, albergues ecológicos que son toda una vanguardia en el mundo de los hospedajes con compromiso ambiental; su diseño, sus materiales y la espectacular panorámica que brindan, indiscutiblemente confluyen a la perfección para ofrecer una atmósfera muy espiritual. Podrás encontrarlos muy cerca del sector de Cañaveral y a un palmo del Museo Chayrama, consolidándose este último en otra importante alternativa para reconocer el legendario legado histórico y cultural tairona.

Senderismo: las caminatas ecológicas en el Tayrona son a otro precio. Una increíble amalgama de experiencias vive quien se adentra con sus pasos y sus energías por los dominios de un lugar mágico, considerado por las comunidades indígenas que lo habitan, como el ‘Corazón del mundo’. El senderismo en el Parque Natural Nacional Tayrona se diversifica en un paseo arqueológico memorable, el acercamiento a una bellísima experiencia espiritual en medio de la selva y luego el disfrute del mar, el cielo y las playas en increíble combinación nunca antes vista.

Del escenario para estas caminatas, por sus impresionantes características, podríamos escribir infinitos folios, pero basta con decir que el parque, maravillosamente, conjuga tres ecosistemas de intensos verdes, esto es, bosque seco, bosque húmedo y bosque nublado. Así, el caminante verá como su paso de explorador es cortejado por ceibas, trupillos, caracolíes, bromelias, orquídeas, heliconias, aguacates, guáimaros, etc., y eso sin contar con las aves canoras y los millares de invertebrados que hallan a sus mejores exponentes en las mariposas tornasoladas. Finalmente, aquí les tenemos un imperdible para los amantes del trekking: no se debe dejar de tomar el sendero de Las Nueve Piedras por ningún motivo.

Avistamiento de aves: la banda sonora del Tayrona ya la quisieran para sí los mejores maestros de la música mundial. Para los amantes de estos virtuosos de la melodía, el avistamiento de aves en el parque se convierte en plan obligado. Ya se ha hablado mucho de la increíble biodiversidad de Colombia en cuanto a avifauna, en esa línea, el parque es de esos santuarios en los que se registran un total de casi 400 especies: abre bien los ojos, agudiza los oídos y enfoca muy bien la cámara, muy ponto conocerás a colibríes de vuelo grácil, orgullosos halcones, búhos de aspecto muy serio, grandes torcazas, pelícanos, buitres rey, gavilanes, etc.

Turismo de naturaleza: si alguna vez pensaste en regalarle a tu vida una experiencia realmente al natural, no dudes en acercarte al Tayrona. Aquí las más diferentes especies, sencillamente, deambulan a placer bajo la seguridad de increíbles parajes. En el mar los reyes que están en casi toda parte son los corales, les siguen por cientos los peces policromados, los de gracioso andar como los crustáceos, los tímidos moluscos, las simpáticas tortugas marinas y miles de invertebrados más. En las verdes montañas el avistamiento de otras especies se incrementa notablemente, pequeños mamíferos y primates como el mono nocturno, hacen su aparición, encontramos también ―por mencionar a un puñado de estas especies― al mico maicero, osos perezosos, murciélagos de diversas especies, venados colorados, y felinos como jaguares y ocelotes

Contacto cultural y arqueológico: la magia y el misterio de un pueblo milenario como el tairona se respira en el ambiente. Sus vestigios nos recuerdan, guardando las proporciones, las ruinas de Machu Picchu que saludan al cielo. Pueblito y Ciudad Perdida descubiertas no hace mucho, también se encontraban escondidas a la espera de los ojos que se maravillarían con su presencia en medio de montañas casi inaccesibles.

Ahora es tu turno de ser parte de este gran motivo de asombro para la humanidad entera. La cosa es básica y sencilla. Te aguarda una intensa caminata de cerca de un día para llegar a Pueblito, luego de recargarte de las más insospechadas energías que la Madre Tierra te reserva, el camino de regreso te compensará con increíbles senderos y el rumor del mar que ya te da un preaviso de lo que se avecina. Ahora bien, el regio representante de la vida tairona y de su ingeniosa arquitectura lítica lo encuentras en Ciudad Perdida (Teyuna), un compendio extraordinario de caminos de piedra, terrazas escalonadas y bases de antiguos bohíos sobre los 1.100 msnm. Eso sí, el ascenso es mucho más esmerado, para este viaje necesitarás de todas tus energías y empeño, no por nada es un viaje de casi una semana… aunque si tu bolsillo te lo permite, puedes hacer una entrada triunfal en helicóptero.

Montañismo: si los retos de grandes vuelos son lo tuyo, el monte costero más alto del mundo (5.775 msnm) aguarda con una aventura solo para corazones de fuego. Pecaríamos de irresponsables si no lo advirtiéramos porque necesitarás de gran osadía, nervios de acero, y tres pulmones (en resumen, una salud inquebrantable) y, desde luego, guías realmente curtidos en el oficio y un equipo de primera para el ascenso. ¿Te atreves?

Recomendaciones: ahora, por qué no tomas nota de estas pequeñas sugerencias, de seguro harán de tu experiencia una aventura más formidable.

•En el Parque Natural Nacional Tayrona encontrarás parajes tan asombrosos como inolvidables, y para retratar estas vivencias para la posteridad, nada mejor que llevar una buena cámara fotográfica, dicho de otro modo, una con los mejores megapíxeles.
•La comodidad lo es todo, por eso la ropa y el calzado deben ser los más idóneos para las caminatas. Tampoco debes olvidar una gorra o sombrero; imprescindible en tu equipaje llevar piezas para baño.
•Carga contigo una mochila que sea lo suficientemente pequeña para tu comodidad y lo suficientemente espaciosa para que puedas llevar todo lo que necesites en tus salidas por los numerosos senderos: agua embotellada, alimentos energizantes, repelente para insectos, impermeable, etc.
• Recuerda estar muy consciente de tu estado físico entes de hacer parte de una exigente caminata (la travesía hacia Ciudad Perdida o Teyuna no es cosa de mirar de soslayo), mantenerte hidratado todo el tiempo también es fundamental. En ese sentido, ayuda mucho una barra energética, nosotros te damos una recomendación lo más “criolla” posible: los famosos bocadillos o dulces de guayaba, son súper económicos y de inestimable ayuda en lo que se refiere a reponer energías.

 

Advertencias: no queremos aburrirte con estas advertencias, pero todo sea por tu seguridad y porque tu permanencia en el parque sea inolvidable. A nadie le gustan las reconvenciones, por esa razón mejor si observas con juicio estas reglas, no vaya a ser que te lleves un mal trance con las autoridades del parque.

•Nunca te separes del guía o del grupo; si practicas buceo, sigue estrictamente las recomendaciones de los instructores.
•Si eres un trovador y te apura la necesidad de rasgar las cuerdas de tu guitarra por cuenta de la belleza escénica, no te culpamos, pero igual te advertimos: al parque no puede
•Esto parece una verdad de a peso, pero mejor si te la refrescamos: no arrojes basuras, ni dejes botellas de vidrio por allí abandonadas, y claro, tampoco enciendas fogatas; queda rotundamente prohibido cualquier actividad que represente la caza y la pesca de las especies del parque. Piensa detenidamente en el precioso y delicado equilibrio natural que puedes romper.
•Se ven muchas playas tentadoras para lanzarse a la conquista de sus aguas turquesas, ¡pero mucho cuidado!, algunas olas de éstas rompen con increíble fuerza. Por tu seguridad no está permitido bañarse en ciertas playas…, pero vamos, su belleza escénica todavía es digna y permitida de ser contemplada.
•Nuestros queridos amigos perrunos se quedan en casa. No se permite el ingreso de mascotas.
•No cruzar los puntos de línea negra, estos son sitios sagrados para las comunidades indígenas del Parque Tayrona.
•Para mayor información sobre tarifas, en la página de Parques Nacionales Naturales de Colombia se pueden descargan los valores de ingreso.

Finalmente, con todo lo que te contamos, ¿no te parece ahora que el Parque Natural Nacional Tayrona resulta ser una joya única en su tipo? No tardes mucho, la gran aventura de tu vida te espera.

 

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