Economía en Santa Marta

La economía de Santa Marta es robusta, siempre en crecimiento, y es promisoria en diferentes campos. El turismo, el comercio, la actividad portuaria, la pesca y la agricultura son los principales baluartes de la sostenibilidad financiera de este maravilloso tesoro caribeño. Por razones naturales, culturales y hasta de carácter científico, el turismo ocupa uno de los principales renglones en la economía samaria: una ciudad que lo tiene todo, apunta sus esfuerzos a la explotación sostenible de todo su acervo turístico. No es, pues, pura casualidad que la infraestructura hotelera cada día vaya en ostensible crecimiento. Y eso que cuando la temporada alta no da abasto, muchas familias alquilan sus propias habitaciones para cubrir la demanda. Tal detalle es muy elocuente a la hora de entender por qué cada día se invierte más en hoteles.

De otro lado, el terminal marítimo de Santa Marta es uno de los preferidos en Suramérica para gestionar cargas de todo tipo. Esto se lo podemos atribuir a diferentes factores naturales y logísticos, siendo el primero de mayor preponderancia, toda vez que la bahía cuenta con muelles de hasta 60 pies de profundidad y un canal de acceso de 200 pies, sumamente ideal para entrada de embarcaciones postpanamax, es decir, buques de posterior construcción a los que transitan el canal de Panamá y que, por calado y tamaño, se ven imposibilitados en navegar por las esclusas del canal centroamericano.

Ahora bien, vale la pena mencionar que desde hace algún tiempo el mercado inmobiliario se está moviendo con fuerza; Santa Marta, dadas sus diversas condiciones naturales y estratégicas, se encuentra en el foco de inversores nacionales y extranjeros. La compra de propiedad raíz en la Bahía se perfila como excelente negocio a futuro, incluso algunos le sacan el jugo desde ya, comprando, adecuando y arrendando toda suerte de inmuebles, o vislumbrando excelentes negocios como los que ofrece la hotelería.

Así pues, desde la persona más humilde hasta el más visionario empresario saben reconocer las bondades de la ciudad en este apartado, y por ello invierten importantes sumas de dinero y tiempo para cumplir con sus sueños. Aunque no hay que ser un genio para advertirlo, Santa Marta se está consolidando en un escenario económico colmado de oportunidades indeclinables, todo a pedir de boca para hacer apuestas serias.