Taganga – Santa Marta

Acceder a Taganga es cosa fácil: desde el centro parten buses intermunicipales que van directo hacia el caserío; un cuarto de hora es todo lo que se necesita para alcanzar este remanso de tranquilidad, aunque el viaje por corto que sea, no hace más que avivar la deliciosa ansiedad ante las panorámicas espléndidas que desfilan frente a la ventanilla.

Como valor agregado, Taganga ofrece un regio panorama pluricultural donde prima la tolerancia y el intercambio de imaginarios. Los famosos hostales del pueblo prometen una oportunidad insospechada para la fragua de todo tipo de identidades. Y como aquí concurren mochileros de muchas partes del mundo, no es raro entonces que un número importante de ellos se queden, formen hogar y monten sus pequeñas empresas inspiradas en grandes sueños —el hotel Ballena Azul es un claro ejemplo de este tipo de emprendimiento— para después suspirar frente a esos preciosos atardeceres que ocurrirán hasta el resto de sus bendecidas vidas.

Por si fuera poco, Taganga abriga bajos sus aguas complejos arrecifes de coral y una rica biota marina, por lo que no exageramos al afirmar que el mar frente a este tradicional caserío es uno de los mejores lugares del Caribe para practicar buceo. Por esa razón el buceo y el snorkel son las actividades más reclamadas en Taganga: los prestadores de estos servicios lo saben muy bien y emplazan aquí su actividad, contando el pueblo con un número nada despreciable de escuelas de buceo con todas las certificaciones al día y los equipos más avanzados. Por si no fuera suficiente esa preciosa bahía para estas aventuras submarinas, Taganga se precia de servir de plataforma para conocer otras maravillas inscritas en el relieve del Parque Tayrona: Isla Aguja, Granate, Neguanje, Gairaca, Bahía Concha, etc. ¿Y los precios de los cursos de buceo, el arrendamiento de equipos y botes? Como para irse de espaldas, precios que compiten internacionalmente en calidad y bajo costo.

En Taganga la alegría de las personas se resume en sus amplias sonrisas y en su contagiosa amabilidad; el mar ofrece innumerables aventuras; los restaurantes locales haciendo uso de lo mejor que les ofrece el Caribe ostentan una amplia y exquisita carta que incluye crocantes mojarras y pargos, langostinos y mariscos picantes, suculentas langostas y muchos otras delicias samarias. Como puedes ver, Taganga es un auténtico imperdible dentro del programa de tu visita a Santa Marta, ¿por qué no echarle un vistazo? Igual, con todo lo que te ofrece, ya vas “ganao”.