Bebidas de Santa Marta

Claro que hace calor, pero descuida, la ayuda viene en camino. Un batallón completo contra la sed, el Séptimo de Caballería en el mundo de los jugos. Borojó, zapote, níspero, maracuyá, guanábana, corozo, tamarindo. Nombres tan exóticos como prometedoramente refrescantes defienden la causa. Súmale al catálogo de refrescos naturales la infaltable agua de panela con limón y las frutas de toda la vida: mango, guayaba, piña, tomate de árbol, naranja, etc. Pero conozcamos a los “especiales” de la escuadra.

Corozo?: este fruto costeño es rico en antioxidantes. Ya de por sí eso lo convierte en bebida obligada. Crece en las palmas, es pequeño y rojo, es ácido y es uno de los infaltables a la hora de refrescar. Se cocinan, se dejan enfriar, se pelan, quedan listos para la licuadora, con unos cubos de hielo ¡voila! ¿Te ofrecen jugo de corozo?, no lo dudes ni un instante.

Níspero?: redondo y terso, color miel, su apariencia ya habla muy bien de él; su interior es la promesa de una exquisita bebida. Su recolección ocurre en abril, pero es tan dulce e irresistible que los samarios lo cosechan y lo maceran para tener buen caudal de níspero por el resto de año. De seguro el jugo te convence, con canela vainilla y un poco de naranja. A que no te imaginas lo sabroso que puede ser un batido de níspero.

Tamarindo?: en consonancia con sus enormes árboles que dan increíble refresco en las calles y parques de Santa Marta, el fruto del tamarindo es uno de los favoritos cuando de mitigar la sed se trata. En el almuerzo, la cena, para acompañar aperitivos o para sencillamente pasar por la garganta con evidente afán, el tamarindo es uno de esos sabores costeños que no puedes pasar por alto.

Guanábana?: parecer ser una fruta que lo promete todo… En la calle los pregoneros la anuncian como la panacea contra todos los males, tendremos que esperar por estudios documentados en cualquier caso, su jugo es uno de los más exquisitos. Su aspecto no es el más esbelto ni primoroso pero como bien se dice, no se debe juzgar por el empaque. Su pulpa tiene un sabor que es toda una locura y para los jugos ni hablar si se hacen en leche cualquiera querrá repetir.

Café?. Sí, café ―no te sorprendas―, en estas tierras calientes. ¿No te lo habían dicho? Aquí están todos los pisos térmicos, y muy cerca de la ciudad en el corregimiento de Minca, que parece un paisaje fuera de lugar en las estribaciones de la Sierra, se elabora uno de las tazas más peculiares de una de las bebidas más aromáticas y suaves del mundo. .

Y claro, no nos olvidamos de las bebidas alcohólicas?: las hay en gran variedad, y como no podría ser de otra forma también son súper refrescantes, y eso es algo que lo pueden refrendar los afortunados que prueban la nueva ola de cocteles elaborados a base de frutas..

Las cervezas las hay desde las nacionales hasta las importadas, cada quien encuentra lo suyo. Quejas nunca se escuchan al respecto en este apartado. Por su parte, los tragos fuertes tienen su lugar bien reservado. El consumo es variado por estratos, los más populares son el ron y el aguardiente, el whiskey, el vino y el vodka brillan por su consumo dentro de los espacios más exclusivos de la ciudad. El Tres Esquinas Añejo es un nuevo contendiente a los anteriores.

¿Te llamó la atención eso de aguardiente? Sí. Su nombre no podría estar en nada equivocado, es el más popular, el más querido, el infaltable en cada festejo, y eso que por estos lados todo es motivo para alegrarse y pasar por la garganta unas copitas. Y quema a medida que baja. ¿Aguardiente? ¡Por favor! Reclaman de inmediato.